Amo el cine, al punto que lo estudié en la U. Y además de todo su encanto natural, he descubierto que entrar a una sala de cine es la excusa perfecta para desconectarte del celular. Lo pones en vibrador y te olvidas de él. Te dejas absorber por el filme.
El cine es fantástico en pareja. Desconectados del trabajo, de la casa y hasta de los hijos, nos tomamos de la mano, me recuesto sobre su hombro, de pronto nos damos un rápido beso, y luego tenemos ricas conversaciones sobre la peli, sin interrupciones porque casi siempre se nos olvida quitarle el modo de silencio al celular.
Muy de acuerdo. Siempre es bueno ir al cine. Lo recomiendo.
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