¿Puedes cambiar a otros?

No. Estoy convencida de que no puedes hacerlo. Solo puedes cambiarte a ti misma. Es difícil de aceptar y como madre puede ser muy frustrante, así que cuando me siento tentada a forzar un cambio en otro, me repito que mi rol es «formar » y me enfoco en lo que sí puedo inspirar.

En un libro de Joshua Becker, encontré unas frases que definen muy bien lo que sí podemos hacer por los demás:

«No puedes cambiar a otra persona; solo puedes cambiar tu siguiente interacción con ella… Solo puedes educar, alentar y ayudar, si se te permite».

Esta premisa es alentadora y elimina mucha de la frustración que sentimos cuando quisiéramos que algo fuera diferente en nuestra relación con los demás.

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